señal” (Mateo 16:4). Nuestra fe se basa en la Palabra viva, que proclama al Señor vivo. La “señal del profeta Jonás” (Mateo 12:39), es decir: la muerte, la sepultura, y la resurrección, de Jesús (versículos 40, 41), es prueba de que viviremos con Dios en el cielo. Otro poder que tienen los demonios es la capacidad de invadir nuestra mente e influir nuestros pensamientos. Cuando Pedro confrontó a Ananías con su pecado de engaño, le preguntó: “¿Por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieras al Espíritu
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